6.10.04

Fútbol y arquitectura de torres de babel

A propósito de una seria reflexion sobre la manera como se maneja la radio deportiva (en lo referente al fúbol mas precisamente) en la ciudad donde vivo en este momento...cualquier similitud con otras partes del mundo es pura casualidad...en serio!

Odiosos extremismos. En Colombia los barranquilleros gritan a voces que quieren a tal o cual jugador y que no irán al estadio si no lo ponen en la titular. Historia antigua pues, ya lo mismo pasó con los periodistas españoles enfrentándose a los bloggers que los hicieron disculparse públicamente.

De la misma manera vociferan los capos de los programas deportivos del medio día. Cualquier inexperto oyente podría pensar que el que habla no es un simple comentarista deportivo, sino algún cura dominico dando un buen regaño.

Examinemos por un segundo, la estructura básica de un “combo deportivo” en una emisora común y corriente. El locutor comercial que cada vez que sea necesario comenzará su letanía de direcciones, teléfonos, nombres de propietarios, slogans y descripciones que según ellos nos harán correr a comprar un nuevo carburador para nuestro automóvil. Después están dos comentaristas, uno que por lo general se entiende medianamente con internet y se encarga de aportar estadísticas cada vez que su contraparte, el gurú de la historia lo solicite. En último lugar está el capo, que por lo general es el narrador, relator o comentarista cuyo nombre viene acompañado de frases como “el número uno...” “el campeón...” “el dueño de la jugada...” A este sujeto todos harán caso y es a quien se deben sus oyentes. Es amigo del pueblo y es la viva voz de la tribuna reclamando cambios a las directivas del equipo. Algunas veces la formación puede variar y el capo será comentarista y puede acompañarse del término “el dueño de la jugada” “el que mas sabe” o cosas por el estilo.

Muy frecuentemente el tono de la conversación, cuando según ellos la situación lo amerita, cambia radicalmente, sus subordinados hacen silencio y comienza un monologo en el que nuestro capo lanzará argumentos morales, sociales, futbolísticos, científicos, climatológicos, filosóficos, históricos según los cuales ese lateral derecho fue una mala compra o por qué no estamos viendo a dream team cada domingo en la cancha local.

Cuenta Carlos Antonio Velez, uno de los comentaristas mas reconocidos en Latinoamérica que una vez le ofrecieron la dirección técnica del Bucaramanga F.C. de la liga colombiana. Hasta esos límites puede llegar lo absurdo de la presión de la tribuna.

Los medios de comunicación nunca se han movido de acuerdo a fórmulas fijas y por eso los resultados en la ecuación pueden variar, mas aún en algo tan visceral como el fútbol. He llegado a concluir que los equipos de fútbol son mas importantes que la política en algunos lugares. Muchos medios días pasé en un autobús en medio de charlas animadas acerca de cualquier cosa, pero cuando el “capo” comienza sus disertaciones el silencio es solemne el conductor sube el volumen y todos dejan los que estén haciendo para asentir o lanzar un “por supuesto”

Vaya trabajito que tiene un técnico de fútbol, tratar de complacer a mas de una docena de descubridores de la piedra filosofal futbolística y poner en practica alquimia ancestral para aplicar todo esto al partido del domingo a ver si nuestros sabios de cabina y micrófono no les echan la afición encima para que no pidan su cabeza enterrada en una estaca.

Absurdo señores, absurdo. San Cristóbal será un pueblo muy pequeño y bastante enredado pero he visto con mis ojos comentaristas que se convierten en técnicos y técnicos que se convierten en comentaristas con la facilidad con la que se respira, gerentes deportivos que conducen un programa radial intentando ser independientes. No es chiste que también apoyen candidatos políticos y luego salgan peleados.

Ahora que alguien me diga que la masa no es inherte. Ahí hay 25 años o mas de radio deportiva en esta ciudad para comprobarlo.