Anoche al lado de tantos puchos y tazas de café reutilizadas pensaba en el asunto de la notoriedad tal como la describen el los libros de teoría de la comunicación. Sí eso, que los mass media pueden otorgar notoriedad y todas sus perversas (música de suspenso) intenciones con la selectividad de la notoriedad, que es como me gusta decirle. La función social de los medios (tan de moda en Venezuela) sus intenciones y la mano negra que mueve perillas en la oscuridad. Luego viene el efecto narcotizante y se me ocurría escribir algo titulado “el escape al efecto narcotizante de los medios”.

Sí, si, griten muy fuerte, la cajita con luces despampanantes se ha apoderado de su cabezaaaaaaaaa.

Exageraciones aparte, aun cuando me gustaría ser mas partidario de la teoría crítica de lo que realmente soy no puedo dejar de pensar en lo tonto que es el televidente promedio y como hemos dejado (algo sin vuelta atrás según mis cálculos) que nuestro consumo de la industria cultural sea mas banal de lo que indica el tiempo que lleva la humanidad en la tierra (al contrario de nuestra evolución).

Sí, entonces llega el caos como oportunidad de emancipación, las masas inteligentes, la interacción entre el medio y el público, internet, el intercambio de contenidos pesados por la red, la democratización del acceso a los medios, los weblogs, siiiiiii cada quien puede ser cnn!!!!!

Palabra del año o no (el año pasado en Estados Unidos) uno no termina de explicarse quien asigna status social en la guerra de medios tradicionales y alternativos. Pues si me ha seguido hasta aquí, hablábamos en días anteriores de cómo el problema no es quien va a suplantar a quien sino que va a hacer quien. Uno no puede apostar a la desaparición de los demás, es decir a la suplantación de las funciones de otro. El golpe de estado a los medios por parte de internet falló hace tiempo y ahora ha tenido que irse buscando su espacio para actuar.

Aún así, usted estimado lector debería ponerse a pensar por un segundo, ¿que o quienes determinan la agenda de discusión en nuestra blogosfera?

Uno ya puede empezar con el dialecto izquierdista y acusar a los grandes weblogs (sí, los de muchas visitas y los profesionales, que publican por mantener el ritmo y no por que hayan cosas interesantes y verdaderamente importantes) de perpetuar la dictadura de los dueños de la red (google, microsoft, yahoo) dándoles mas centimetraje o ponerse conservador diciendo que es una irresponsabilidad tanto poder en manos de las masas.

Así sigamos dando patadas de un lado o del otro, no podemos dejar de aceptar nuestro carácter accesorio para los medios de comunicación. Pocos se han quedado en las funciones que escogieron (dado que ahora es tan libre, estas funciones no se otrorgan, se escogen). Los grandes medios seguirán guiando nuestra agenda de desicusión a veces sin que lo notemos. Eso o que los weblogs sean la norma y todos los medios dejen de tener periodistas y empiecen a tener bloggers, pésima idea según mi opinión.

Ejemplos sobran. Noticia Vieja. Jessica Cuttler o mejor, Washingtonienne, hasta que el Washinton Post no publicó el ya legendario artículo “Blog Interrupted” no obtuvo nada de su so-called notoriedad (solo tuvo un blog durante dos semanas). Ahora es toda una superestrella con fotos en playboy y libro abordo. Ya quisiera yo que Wonkette me contara que tal es la nena en realidad. Aquí una entrevista de Jessica en Gothamist.


Lo dicho... en mi opinión (¿por cierto, usted tiene alguna al respecto?)


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