3.5.05

Eterna paradoja.



Internet es tan peligrosa como salir a la calle, sea donde sea. Hay sitios que por su seguridad (la de sus datos) usted no debe visitar. La única diferencia sustancial es que las probabilidades de que usted obtenga un noventa por ciento de respuestas referidas a sexo cuando pregunta por plátanos se reducen dramáticamente en la calle real.

Uno, fácilmente puede comparar a la blogosfera con una inmensa torre de babel que no quiso ser tal, pero en algún momento entre los últimos seis meses fue asaltada por entusiastas de las franquicias. Compran, estandarizan e intentan establecer por dictadura un know how. Nos falta una gorra he insignias de empleado del mes. Nos asaltan desde todos los flancos. Los que mas daño hacen a la credibilidad de los weblogs en general: los políticos. Era cuestión de tiempo, que en el afán de algunos por presentar una cara mas amable contratando asesores de imagen, estos les hayan dicho: establezca un “contacto” mas cercano con el público, por ejemplo escribiendo una bitácora.

Aunque es obvio que para los nuevos bloggers es más un asunto de formato que de función, aun sobrevive un grupo que se dedica a sus tareas usuales. Siguen haciendo, no lo que les corresponde, sino lo que se ganaron por derecho y novedad, a hacer. Nadie se puede quejar de esto, de hecho, creo que se debe abogar por su supervivencia en las mejores condiciones. ¿Queda aun espacio para la novedad en la red de redes?. La respuesta está en la paradoja de la torre de babel (que no se si entienden pero yo me estoy imaginando). Una torre que se ha construido desde la base, muchas veces para el poco tiempo que lleva funcionando. Sin embargo es una torre que no resulta con cada intento de llegar al cielo, en el total desentendimiento de sus constructores y su posterior diáspora, sino que mas la podríamos comparar con algo que no termina de caer y ya tiene nuevas bases, poco sólidas pero bases al fin.

Este peligro potencial que el caos de la red representa para si misma, afecta hoy mas que nunca a nuestra querida blogósfera. El lugar al que por tanto tiempo acudimos para buscar nuestro derecho a disentir ahora se ha convertido en un caos donde el provecho que podemos sacar del disentimiento se disuelve en el caos mismo.

Queda por rescatar solamente, el espíritu del verdadero bloggin´n, que no es su forma temprana sino el estado tan saludable en el que estuvo hace unos doce meses para beneplácito de disentidores y opinadores.

No hay lugar mas inseguro para las buenas ideas que internet, por un lado están a disposición de mucha gente que quiere ayudar pero también de los que se quieren aprovechar. Los políticos y mercaderes de la información (que se supone, debe ser libre) intentan emporios y ahora el sentido del bloggin´n como actividad, casi ha perdido su rumbo. Aplicaremos en últimas instancias el darwinismo bloggero y habrá que apretar los dientes sobretodo cuando el estatus de blogger termine siendo tan común que pierda toda función diferente a la de ser por obviedad, la regla.

Continuaremos las disertaciones.

Lo dicho... en mi opinión.





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