Llevaba el pucho en la mano, caminaba bastante despreocupado intentando mirar a todas partes buscando ideas para un buen artículo para subersia. La calle era un hervidero como cada quincena, alguien me llama desde el otro lado de la calle, volteo, mando el pucho al piso y cruzo la calle a encontrarme con Gaby. Tenía una copia de Dogville en la mano (sí, una copia pirata ¿y qué?) hablamos y logré llegar a casa con algo para ver durante el fin de semana. Aún hoy me cuesta creerlo pero vi Dogville tres veces ese fin de semana, si saca cuentas, eso es como nueve horas de intentar entrar en la mente de un danés, izquierdista de padres nudistas con mucha mas experiencia en eso de meterse en la cabeza de la gente al punto de maltratarlos sicológicamente. Como el resto de este post no será una critica de cine me limitaré a decir un par de cosas acerca de Dogville. Primero, hasta el último momento de la primera vez que la vi, esperé que aparecieran el cielo, las paredes y las ventanas. Segundo, Nicole Kidman me sorprendió por primera vez. Tercero, me cagué de la risa cuando vi la reseña del Newyorker que palabras mas, palabras menos decía: “Dogville (2004) Pedantic, obtuse, and unwatchable, this three-hour exercise in inept avant-gardism, written and directed by Lars Von Trier, is set in a town without walls, streets, or air—a conceptual Depression-era nowheresville in the American Rockies in which obvious allegories...” ¿Por qué el escándalo? Por que esas reacciones son las que hacen que uno diga, el desgraciado lo logró. Bien, a lo que vinimos entonces.
Me había encontrado con Von Trier, años atrás con dancer in the dark, cabe decir que solo la vi por bjork, del resto no sabía mucho acerca de la película. Lo que nos interesa en este momento es el asunto del Dogma 95.
El dogma 95 es una especie de voto de castidad, que intenta frenar y hacer reflexionar acerca del exagerado uso de las armas digitales para la realización del cine. Intenta bajo 10 premisas fundamentales establecer unas pocas normas que hagan de una película tan básica algo en lo que realmente sean importantes los elementos (que a juicio de quienes suscribieron el acuerdo hace ya mas de una década) que deben ser dentro de una película.
1. La grabación deberá hacerse en locación. No se permite el uso de utilería o sets. Si algún elemento de utilería es necesario, este deberá encontrarse de antemano en la locación.
2. El sonido nunca deberá ser producido aparte de las imágenes o viceversa. No hay música a menos que ésta sea tocada en vivo en el lugar de filmación.
3. La cámara siempre debe estar en mano. Se permite la inmovibilidad de la misma La acción no sucede donde se encuentra la cámara, sino que la cámara se debe encontrar donde sucede la acción.
4. El filme debe ser a color. No se acepta iluminación especial. Si hay muy poca luz para grabar, la escena se debe cortar o se puede utilizar una lámpara sencilla unida a la cámara.
5. No se permite manipulación óptica o filtros.
6. El filme no debe contener acción superficial. No se permiten armas, asesinatos, etc.
7. Se prohiben las alteraciones del tiempo y del espacio, es decir, el filme debe ocurrir aquí y ahora.
8. No se aceptan películas de género.
9. El formato de película a usar es de 35 mm.
10. El director no aparecerá en los créditos.
Hasta hace algún tiempo, quien considere que ha rodado una película bajo estas premisas debía contactar a la oficina del proyecto en Dinamarca para su certificación.
¿En donde está el peligroso experimento?. Dos cosas básicas.
Algún desprevenido lector, podría decir, genial, ahora el cine independiente tendrá lo suyo. Si bien rodar una película bajo estas normas bajan considerablemente los presupuestos de filmación, también impone ciertos retos en áreas que ya no son de difícil acceso y que hoy en día han enriquecido el cine independiente en muchos sentidos. Segundo, pues resulta estimado lector, que ahora quien quiera ponerle el sello dogma 95 a su película puede hacerlo sin tener que someter su creación al escrutineo de unos (muy probablemente perturbados) cineastas daneses.
¿Como pone asi de fácil Lars Von Trier toda su reputación en un buffete público al mejor estilo de los “all you can eat” norteamericanos?. Otras dos opciones: muy valiente o muy estúpido.
Puede considerarlo también como un acto de fe, un intento de ganar mas adeptos a la cruzada dogma, pero mi lado oscuro (star wars viene, ¿lo recuerdan?) dice que simplemente un director tan provocador al cual los grandes estudios dan grandes facilidades debe sentirse un poco triste de no poder sacarle el mayor provecho a su fama. Vamos, que tan purista nadie puede ser. (aquí cabe decir que dichos recursos pueden servir tambien para explotar la austeridad de una película hecha adrede con limitaciones técnicas como las que plantea dogma 95)
Ahora viene Manderlay, la tercera entrega de su serie dedicada a los Estados Unidos (ja! Nada mejor, al menos para observar, que un europeo acusador haciéndole críticas a la sociedad norteamericana) planteada mas o menos en los mismo términos de Dogville, veremos que gana con todo esto.
Lo dicho ... en mi opinión.
Resources
_IMDB Lars Von Trier +
_Dogma 95 sitio oficial +
_Manderlay trailer +
_Wikipedia + +
_Vea lo que dicen otros + +
.
<< Home