Era mi mente en blanco y yo. Inútilmente trataba de alcanzarla con todo tipo de lápices pero me esquiaba hábilmente. Probé entonces con lapiceros de distintas marcas y colores pero seguía burlando mis apuntes. No parecían suficientemente contundentes - mis apuntes -. Varias veces logré un par de palabras afanadas y mal caligrafiadas que se diluían antes de poder repasarlas para continuar la idea a la que respondían...
Mas en el update de Subersia.
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