Sobre la imposición de un lenguaje o manera de actuar políticamente correcta en la sociedad occidental Adela Cortina escribe en su libro Hasta un pueblo de demonios:

"Se pretendía con él (el lenguaje/actitud) evitar expresiones lesivas para los grupos sociales marginados tradicionalmente, no solo por la economía, la política o la atención social, sino también por el lenguaje cotidiano de suerte que no se sientan dañados al menos al menos verbalmente. Expresiones como negro, subnormal, manicomio, viejo o enano deberían ser sustituidas por eufemismos tales como persona de color, discapacitado psíquico hospital psiquiátrico, persona de la tercera edad o persona de corta estatura".

Hablando en términos de política el asunto adquiere una dimensión totalmente distinta y tal vez magnificada dadas las extraordinarias capacidades evasivas de los portavoces de los gobiernos en todo el mundo. Este leguaje burocrático acerca el fantasma negociador que hizo famoso en Venezuela a gobernantes del calibre de Eleazar López Contreras, que busca mantener en ocasiones cruciales el clima de calma y tranquilidad. El problema de estos asuntos es que tarde o temprano la bomba de tiempo construida por declaraciones de prensa poco elocuentes y en tono flemático puede explotarle en la cara a sus autores intelectuales.

Pongamos ejemplos puntuales y recientes.

Enigmas Express:

"Ayer Dossier / Walter Martínez volvieron a pulverizar los restos y migajas que quedan del periodismo venezolano con la forma de narrar una noticia internacional, sin estar siquiera en 'el lugar de los acontecimientos'.
Me refiero a la forma y no al fondo político del asunto, que tristemente ha sido tomado al revés por los caníbales políticos de la sociedad. El delirio rabioso de la envidia. No sé cuantos años tengo viendo Dossier. Un programa que ha sobrevivido a varios gobiernos de turno. Y lo que más les duele es cuando su autor subraya un soy demócrata - cristiano. Hoy mi buscador webstats4u está lleno de Walter Martínez - Dossier. O sea que el noticiero internacional de ayer fue otra profanación de parámetros. Otra destrucción de fetiches. ¿Por qué será que a algunos le moslesta que Dossier no sea una prostituta vendida al mejor postor como a bien decía Truman Capote, refiriendose a algunos periodistas?"

Los gobiernos a los que sobrevivió Walter Martínez y su Dossier en Venezolana de Televisión (canal del Estado) fueron al parecer seis (debo confesar que no he confirmado este dato) y esto dice mucho de la ecuanimidad y/o carácter políticamente correcto del programa. Pero las declaraciones de El viceministro de Gestión Comunicacional, William Castillo, al respecto son toda una joya:

"Es un falso debate decir que el Ministerio de Comunicación e Información exigió al periodista Walter Martínez retractarse de la opinión emitida. Sólo se le pidió que rectificara su conducta, que es muy distinto", afirmó Castillo durante el programa En Confianza de Venezolana de Televisión (VTV)". Link

¿Acaso el lenguaje y las posiciones políticas que asuma alguien no hacen parte de su conducta?. Retractarse de los actos cometidos (bien o mal) es aún mas complicado que retractarse de una posición asumida años atrás. Al final como decía Bill Ayers: Memory is a motherfucker

El asunto es tan gracioso como los Cuentos Infantiles Políticamente Correctos de James Finn Garner o el gobernante del planeta gris de futurama y sus decisiones.


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