18.5.05

Debe ser un broma, sí en serio.



Parece que escogí el peor momento para detener mis posts. De vuelta, por que esto no me lo podía perder.

Cada vez que alguien habla en algún vistoso y concurrido salón acerca de la privacidad en internet, el planeta se voltea y empieza a discutir de manera enérgica acerca del tema. Tocar las fronteras de lo impensable, las bases mismas de la red, las impensables leyes que los pioneros impusieron, intentar siquiera mencionar lo impensable, es algo que sólo los defensores (interesados) de los derechos de autor podían proponer.

Libertad Digital informa:

Pedro Farré, abogado de la SGAE, ha propuesto que, al igual que se requiere una licencia para poder conducir, se necesite una identificación especial para navegar por la Red. El objetivo, expresó Ferré durante la IV Jornada de Periodismo Digital, consiste en "erradicar el anonimato de Internet".Link


La idea de una licencia para navegar en internet es tan absurda que como la idea de saludar siempre diciendo "hola yo soy Pedro Pérez", o "me da un café por favor, yo soy Pedro Pérez" "¿quieres acostarte conmigo?, yo soy Pedro Pérez", "En la parada por favor, yo soy Pedro Pérez".

En internet el anonimato del que Pedro Farré reniega es la norma y algo por lo que muchos han luchado durante décadas, proteger la privacidad. Hay que considerar que el anonimato no es un delito, pero Farré lo pone en términos que nos hacen ver como si nos pusieramos una capucha al sentarnos a navegar en internet. Se escandaliza por el dinero que deja de percibir por concepto de sus tontas actividades en "defensa" de los autores, sin percatarse que el efecto es completamente contrario a sus objetivos.

En serio, sólo a ellos se les podia ocurrir. Lo que debería estar disponible a la mayor cantidad de personas (información) ellos pretenden limitarla a unos cuantos. ¿A qué le tienen miedo?

En fin, de las pocas ventajas que hay de vivir en un país subdesarrollado está la de que este tipo de cosas jamás se discuten en la administración pública.


pd: para cerrar, Mark Cuban divaga entre la ilegalidad de los servicios de intercambio de archivos, los sistemas pagos y la instauración de impuestos gubernamentales a la música. Lo que faltaba, burocratizar la música. Link


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