4.2.05

El problema del atraso

Mal vicio tienen escritores de hablar de mas. Peor se pone el asunto cuando llegamos al 2005 hablando de lo mismo que en 1905. Bueno, esta aproximación es bastante amplia, pero puedo decir que ya sobran los escritores en plan de salvar el mundo.

En primer lugar quiero aclarar que NO estuve en el Foro Social Mundial que se acaba de realizar en Porto Alegre Brasil, pero si me hubieran ofrecido un pasajito gratis para ir no lo hubiera pensado dos veces, sí, hasta me pongo mi franela del ché (una vez mas, sí, tengo una, cosas del rock and roll) con tal de ir a ver a Bersuit Bergarabat, Manu Chao y demás.

El asunto es que leyendo hoy en TalCual encuentro una columna de Oswaldo Barreto, que no estoy muy seguro de quien es, pero con seguridad afirmo que siente cierta nostalgia por los días en que Allende gobernaba Chile. Barreto afirma en su columna Portico, titulada Las paradojas de Porto Alegre que el grupo principal en torno al que se realizó el evento, a saber José Saramago, Eduardo Galeano, Ignacio Ramonet, Bernard Cassen, Walden Bello, Ricardo Petrella, Aminata Traoré, Boaventuras Santos, Francois Houtart, Roberto Sabio, Samuel Ruiz, Emir Sader, Tarek Alí y Frei Betto; han elaborado y difundido doce propuestas para un mundo distinto. Dice Barreto que hablan con un lenguaje muy claro acerca del destino de estas (doce) proposiciones. Además califica la misión de los mencionados personajes como la de apóstoles de la lucha planetaria con escrúpulos, esto es: alternativas a la tiranía de la mundialización neo liberalista dirigida por Estados Unidos. Sigue diciendo el manifiesto de Porto Alegre mas o menos que (las 12) son propuestas para luchas ciudadanas, tanto a nivel local como planetario... cero hambre, pleno empleo, eliminación de paraísos fiscales y demás utopías.

Ahora vengo yo. Discutir, reflexionar, dialogar, escribir, divagar acerca de males que nos aquejan desde hace décadas no es que esté todo mal, lo que veo con harta preocupación es que reunidas estas 14 luminarias del pensamiento neo izquierdista solo hayan podido lograr regresar al mismo punto en el que estábamos cuando el socialismo era la moda y huir al monte para luchar contra regímenes neo liberales (por demás una de las sectas mas secretas de la historia, pues existe pero nadie se declara su militancia en ella). ¿Reunir a mas de 150mil personas durante un buen periodo de tiempo para discutir los males globales y llegar a tan pobre resolución?

Barreto cuestiona lo paradójico que es que Luis Ignacio Lula da Silva haya intentado llevar a cabo sin éxito su programa de cero hambre en Brasil y sea duramente cuestionado por ello. Para esto podemos invocar varias hipótesis, por ejemplo que las transnacionales neo liberales conspiraron y no prestaron su apoyo. Sin ahorrar elogios, Oswaldo Barreto dice que estos apóstoles han producido un descomunal documento como base de un nuevo evangelio global.

Sin embargo debo deducir (sentido común mode = on) que la retórica nunca ha solucionado nada y creo que nunca lo hará. Ese es el problema con los académicos de cualquier facción, les encanta discursar largamente ante poblados auditorios hipnotizados por las credenciales de quien habla desde el podio, pero la efectividad de sus propuestas generalmente es igual a cero.

Dirán algunos que de alguna manera debemos identificar los males que se deben atacar de manera común para hacer frente al nuevo orden mundial que se propone desde Norteamérica y sus aliados, pero lo que no podemos es pretender solucionarlos con solo eso, con discursar una y otra vez. Las bibliotecas están llenas de libros de historia en donde se encuentran plenamente identificados estos males y también sus soluciones, pero nadie es capaz de desempolvar los estantes por que es mas divertido ir a ver a Saramago en un intento de salvar el mundo o a Manu Chao en vivo.

La cosa no es que sea del todo malo, pero puedo predecir casi con total seguridad que estas concentraciones se repetirán sin ninguna consecuencia y con aumento de la concurrencia. He ahí el problema. ¿Alguno de ustedes recuerda el libro "Qué hacer" de Lennin?. Si mi memoria no falla, no dice: Gánese un premio Nóbel y salve el mundo. Por eso me cae tan bien García Márquez, el se queda escribiendo y no ha pretendido ponerse el traje de super héroe.


Lo dicho... (solamente) en mi opinión.